MEXICO.-
En Roma, recomendó no sólo apoyar a las naciones más afectadas, sino también distribuir semillas y fertilizantes a pequeños agricultores en países en desarrollo para expandir la producción en esta estación, y eliminar barreras y restricciones internacionales para exportaciones, que aumentan los precios y afectan a los más pobres alrededor del mundo.
Roberto Zoellick expresó que la crisis provocada por el alza en los precios de los alimentos amenaza a poblaciones en Haití y Honduras en América Latina, además de países de África y de otras regiones del mundo.
Zoellick indicó que esta crisis podría empujar a 100 millones de personas a la pobreza, tan sólo en África a 30 millones.
«Los peligros se extienden más allá de África: a Haití, Tayikistán, Bangladesh, Honduras, Afganistán, Yemen y otros», dijo Zoellick.
En su exposición señaló que esta (crisis) no es una catástrofe natural sino producto del hombre y que por tanto puede ser arreglada por nosotros.
«No se requiere de una investigación compleja; sabemos lo que tiene qué hacerse; sólo necesitamos acción y recursos en tiempo real», señaló.
Zoellick, recomendó además disminuir los subsidios y aranceles a biocombustibles hechos con maíz y semillas oleaginosas, avanzar a la segunda generación de biocombustibles celulósicos y abrir los mercados a los combustibles a base de azúcar, que no compiten directamente con la comida.
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