BUENOS AIRES, ARGENTINA.-Ningún buque sale de los puertos de Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Quequén o Bahía Blanca si tiene pescado, mariscos o derivados en sus contenedores.
Así sucede desde el viernes último por decisión del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que se niega a remolcar los barcos con pescado a bordo y obliga a las navieras a bajar contenedores refrigerados con esa mercadería como condición necesaria para prestarles el servicio.
Tal como informó LA NACION anteayer, el SOMU tiene un conflicto con pesqueras marplatenses por la firma de nuevos convenios de trabajo. Desde el 30 de septiembre impide la exportación desde Mar del Plata. Ahora, extendió la medida a otros puertos.
Según confirmaron a LA NACION fuentes portuarias de Buenos Aires y Dock Sud, ya son más de 100 los contenedores que permanecen enchufados y que no pudieron partir a sus destinos.
Las navieras japonesas NYK y MOL, la alemana Hamburg Süd, la francesa CMA CGM y la israelí ZIM indicaron que sus buques sólo partieron cuando, luego de entregarle el detalle de la carga al sindicato, abandonaron los contenedores en tierra.
Ante la imposibilidad de sacar la merluza por Mar del Plata, Antonio Solimeno, presidente del Grupo Solimeno, decidió llevarla en camión a Buenos Aires para embarcarla allí. Su empresa exporta 1000 contenedores por año.
"Me frenaron ocho contenedores. No le pude cumplir al cliente; voy a tener que renegociar con los franceses y seguro con una quita [había acordado un embarque de 120 toneladas, a US$ 2700 cada una, con la cadena Auchan]. Cada día que pasa sin cobrar es un agujero financiero. Si no embarco, no cobro. Y si no cobro, no puedo pagar. ¿Cómo hago, en este momento, para suspender a un trabajador?", señaló el empresario, tras agregar que emplea a 1000 personas (600 en tierra y 400 embarcados) en forma directa.
Solimeno no descartó que el empleo "esté en peligro" si persiste la imposibilidad de exportar, destino del 80% de la producción de pescado local.
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